x Fragmento de charla y cata en IES O Ribeiro Ribadavía.
La destreza de transformar las
uvas en vino tiene infinidad de interpretaciones, con historias de seres muy desiguales que se entrecruzan
con un mismo fin que es poder elaborar el mejor vino del mundo.
Ejemplos que parecen de dos
mundos, en Samaniego Rioja tiene su
bodega Fernando Remírez de Ganuza, es conocido por la calidad de sus vinos y por ser el
bodeguero inventor. Está convencido que para
hacer un gran vino hay que crear una
buena uva, para ello utiliza todos los medios tanto tecnológicos como
científicos. La otra cara es el belga Frank Cornelissen que se estableció en el
valle del Etna Sicilia convencido que podía elaborar el vino más natural del
mundo, con la mínima intervención
humana.
Fernando Remírez de Ganuza crea su bodega en el año 1989 en la localidad de Samaniego Rioja Alavesa
España, seguro de sí mismo innovador
rompedor de moldes, conocedor de la
climatología y cartometría, como nadie en la Rioja. Tanto es su saber que colabora
con la familia Rothschild & Vega Sicilia en la compra de fincas para llevar
acabó su proyecto Macán.
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Fernado Remirez de Ganuza.
Para hacer un gran vino primero hay que crear una buena uva. |
Fernando está convencido que su
bodega es la que más medios pone en el mundo para elaborar vinos, tiene 104
hectáreas de las que solo utiliza la
mitad, 3 enólogos en plantilla, sus inquietudes son innumerables tanto en el
viñedo como en la bodega, durante el invierno retira la corteza a las cepas y
las cepillas para evitar enfermedades. En la Separación de los racimos, con los
hombros elabora sus vinos de guarda y con las puntas lo vinos jóvenes.
Una de sus obsesiones es no maltratar
las uvas. Para ello inventó una bolsa de membrana que se llena de agua para un
prensado suave. Además dispone de una maquina donde lava las uvas con su propio
mosto. Y ha patentado una docena de fermentadores en la búsqueda de elaborar un
vino como es “Fernando Remírez de Ganuza Gran Reserva 2004” del que obtuvo 100
puntos en la guía de Robert Parker.
Frank Cornilessen, considerado el héroe del vino natural, recorrió
el mundo buscado un lugar para hacer el vino más natural del planeta. En el año
2001 funda su bodega a los pies del valle del Etna, en Sicilia Italia. Su
primera elaboración fueron 500 botellas que fermentaron en ánforas enterradas
sobre roca volcánica. Antes de que llegara al Monte Etna, los vinos de la
región se vendían a granel y carecían de prestigio.
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Frank Cornilessen.
La Naturaleza no tiene ningún interés en crear vino. |
Frank es autodidacta, no es enólogo, no cree en
ningún método, sólo cree en la diversidad, y en la autogestión de la naturaleza
y las vives. Después de una década trabajando en la búsqueda del vino más
natural del mundo, entendió que la naturaleza no tiene ningún interés en crear
vino y que sin la intervención humana no es posible producir vino. Frank va mucho más
allá recalcando que el hombre nunca podrá comprender la complejidad de la
naturaleza, ya que somos una pequeña parte del complejo mundo.