Bernardo Estévez
Un hermoso día de primavera en Arnoía Ourense quedamos con el viticultor Bernardo Estévez. Él ya nos había avisado diciendo que “yo por la bodega no estoy mucho, seguramente que me encontrarán en la viña haciendo alguna cosita” y efectivamente así fue, nos recibe un joven amable de aspecto humilde y algo tímido que al caminar entre sus viñas comienza a sentirse cómodo y nos desvela el secreto de su vino Issué que no es otro que una apuesta por un suelo vivo para conseguir un vino de máxima pureza.
A medida que disfrutamos del paisaje, Bernardo nos explica como nace Isuué.
Todo comienza por el año 2001 en una pequeñísima parcela propiedad de la familia donde ocupa su tiempo libre y en la que poco a poco se fue cautivando por la viticultura y el valor de lo autóctono tanto es así que dejó su trabajo en Vigo y se afincó en Arnoía para darle continuidad a éste apasionante proyecto, para ello se estuvo formando durante 5 años con el ingeniero agrónomo André Enriques da Silva que es un referente en el mundo de la viticultura ecológica y biodinámica. En la enología cuenta con el asesoramiento de Xosé Lois Sebio que desde un principio creyó y apoyó este ambicioso sueño.
Ya con los conocimientos adquiridos, este intrépido labriego comienza a recuperar el suelo donde antes sólo había cepas abandonadas, pero su manera de interpretar la naturaleza es muy particular, se basa en observar la vid como lo hacían nuestros abuelos aportándole al viñedo lo que necesita y no al revés, esta filosofía consiste en el método del científico japonés “Masanobu Fukuoka” que tiene como norma la conservación de la riqueza del suelo para las generaciones siguientes.
Para ello se siguen y se respetan los ciclos de la naturaleza y la influencia de los astros, todos los trabajos que se realizan son manuales y de manera respetuosa con el medio ambiente consiguiendo un viñedo equilibrado con todos sus microorganismos vivos evitando cualquier influencia química tanto en la viña como en la elaboración.
Guiado por la propia naturaleza y con el lema a terra agradécecho trabaja sus 2,4 hectáreas de viñedos que se encuentran sobre suelos de arcilla, arena y cuarzo, repartidas en cuatro diminutas parcelas ubicadas en los valles de San Amaro y San Vicente en las que pone suma atención para conseguir un viñedo armónico. Para ello lleva a cabo rigurosos controles de producción por cepa, las variedades cultivadas son las autóctonas de la región tanto blancas como tintas que rondan entre los 11 y 75 años de edad resultado del esfuerzo y del exhaustivo estudio y conocimiento de las castes típicas casi desaparecidas y olvidadas como la Silveiriña y Verdello.
Issué 2009 es uno vino atípico de escasísima producción, con mucha vida por delante que transmite la verdad del entorno de donde se extraen sus uvas y la gran labor que realiza día a día su creador en el viñedo.Las variedades utilizadas son: Lado, Treixadura, Godello, Loureira, y Albilla, con una crianza en barrica de roble francés durante 10 meses. Este magnífico vino seduce por su naturaleza y frescura, mantiene toda la fuerza de su terruño, se aprecian unos exquisitos aromas a fruta madura y flores con una sorprendente plenitud que se prolonga en boca con una larga y delicada persistencia.
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